sábado, 23 de agosto de 2014

En una batalla pérdida.

Una vez caí tan hondo…

La caída fue tan devastadora.

 Que aturdeció mi mente.

 


Levantaba mi escudo y mi espada,
aún contra aquellos que intentaban defenderme.
Quedé totalmente aturdida.

No sé cómo; pero en un momento
De intimidad conmigo y ahogada en lágrimas,
Reconocí que necesitaba ayuda.

Me extrañé y anhelaba volver a ser la misma.
No podía ser objetiva.
Ya no fui más alegre...
Ya no sonreía.

¿Isabel...?
Ella estaba ausente.
Se fue luego de aquella caída.
Para protegerse, le cedió su mente
A una desconocida.
  Levy/

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