La tarde está húmeda y fresca.
El sonido de los carros al pasar sobre la carretera mojada,
me hacen recordarte y desear tu llegada a mis adentros.
Te Deseo...
Deseo besos con sabor a vino,
ese que vertiría sobre tí ...
y en ausencia de copas, me lo bebería.
Unas caricias serían perfectas para acompañarlo;
cuál si fuera el más fino y elavorado queso.
Lo cortaría en estructuradas partes,
como si fuera tu cuerpo;
y lo degustaría no sólo con el gusto,
sino con todos los sentidos de mi cuerpo.
Con ojos cerrados y ganas apresurada de sentir!
Lo saborearía poquito a poco,
pedazo a pedazo ...
acompañado con besos sabor a vino.
LEVY/
OLEAJE
Al final de un paseo lineal, donde bordea el mar abierto,
con calmado,
pero perseverante oleaje que se entrega a
las apiñadas
rocas lisas que le esperan…
¡Justo ahí,
quiero tenerte!
Tú, sentado
sobre una lisa base fría de cemento.
Yo, sentada
sobre ti.
Observando
el deseo en tu mirada, inspirada por lo
afrodisíaco de tus besos, voy aceptando la invitación de tus
caricias.
Quiero
tenerte, con el mar abierto como testigo
inobservable;
porque se
viste de los colores del cielo obscuro, de una noche sin luna.
¡Solo el
sonido, su aroma peculiar y esa brisa característica, nos advierte su
presencia!
Como la
espuma blanca que produce el chocar del agua salada, sobre las rocas de la
orilla, revestidas algunas de coral; así mi cuerpo choca el tuyo con el
parecido final.
Mientras…
Te regalo
besos con furia de oleaje, besos con la calma de su regresar.
Al compás de
la armonía del sonido del mar, mover mis caderas que se encuentran en tu cima… y
al igual que
se agitan las olas, sentir tu venida y caer sobre tu pecho rendida; mientras tú me abrazas en tu regresar.
Levy/
2:30am y me sorprendí, pensando en tí…
Rayossssss, hacía tiempo no lo hacía desde
aquel día que me lo prometí. Lo hice por hastío de pensar en los mismos besos,
mismas manos, misma piel de aquellos que me poseían y luego se marchaban. Un
día te dije que solo fuiste para mí, pasión (quería herirte, sentía que me lo debías), te
molestaste… ¡ufff!, y me respondiste
muy enojado: con un “por favor, tú ni
siquiera sabes lo que es pasión”. {Lo entendí, cuando comencé a recordar cómo
me hacías el amor. Pasión era lo que me entregabas, cuando me tomabas, cuando
me besabas, cuando me buscabas}. Como podía hablar de pasión si, ni siquiera lo
reconocía. Sé que te dolió lo que hablamos más por como lo hablamos (el tono
empleado) que las palabras en sí. No sabes cuánto me dolió haberlo hecho (pero
mucho tiempo después), me deje llevar por el maldito sentimiento de la venganza.
Tú te apartaste, y yo sabía que ibas a regresar y así lo hiciste. Con una invitación
a almorzar que acepté; decidí humillarte, decidí partirte el corazón. . Decirte
con total menosprecio a tus caricias y a tus deseos que lo que hubo entre
nosotros dos simplemente… ya pasó. Como
una lluvia de mañana, que se olvida al salir el sol. No te lo niego, me lo
disfruté toda esa tarde, toda esa noche, toda esa semana, todo ese mes. Luego
comencé a extrañarte, tu olor, tu piel, tu voz, tus llamadas... ¡que llamadas! Se
quedaron ahí grabadas en mi piel, seremos eternos cómplices, aunque no nos
volvamos a ver. Nunca las olvidaré ¡Tus besos, esos besos que no he vuelto a encontrar!
tu manera de amarme, de excitarme y todo lo que hacías al terminar. Como vez,
hoy me sorprendí pensando en ti. Llevé a cabo tan bien mi venganza, que de tí, no supe más. Ese será mi karma,
recordarte, imaginarte y no volver a verte …jamás!
Levy/
Levy/
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