Hay ciertas cosas en la vida que nos
van condicionando para nuestro destino: Nuestros fracasos, nuestros aciertos,
nuestras pérdidas… Esos lugares jamás agendados, esas personas que jamás
pensamos conocer…
Sencillamente,
no habíamos llegado antes, porque no estábamos preparados. Caminamos por la
vereda de la vida confusos y nos parece un viaje sin porqués.
Cuando
realmente llegamos a donde teníamos que llegar; todo cobra sentido.
Cada
vez que atravieses por el desierto y no encuentres un oasis de coherencia, una explicación,
recuerda la sencilla razón:
¡No
has llegado!
Levy/
Levy/
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