viernes, 17 de abril de 2015

¡Vivir es un proceso!

¡Vivir es un proceso! Para algunos un poco accidentado… yo encuentro la analogía en el nacimiento de una rosa. Para ella, nada es… nada tiene color, nada es emoción positiva o emoción negativa; antes y durante el nacimiento. En su tallo no hay espinas en sus comienzos.

Luego, paulatinamente, de acuerdo a nuestros genes será el color y el tamaño de nuestro físico y todo lo “controlable”. Pero aquellas características con las que nacemos, no son estáticas, el tiempo, los preceptos adquiridos, las experiencias, nos  harán modificar.

Es muy probable que aquella rosa blanca al nacer… finalice sus días siendo una rosablue, con espinas, que en sus alboradas, al contacto con la piel herían y ahora solo acarician.
Levy/

La ansiedad de sanar, retarda el proceso…

¡Contrólala!

No permitas que la desesperanza, te haga obrar con ingratitud…

¡Edita!

Medita, tal vez a dónde quieres llegar, no es a donde debes estar…

¡Fluye!

Y alimenta tu Fe, échale aceite a tu lámpara!

¡Alaba!
Levy/

Y es que solemos encargarnos de vivir los procesos de vida del prójimo y cuando nos llega nuestra hora de crecer, estamos tullidos y drenados, para procesar los nuestros.
¡Vivamos nuestros propios procesos! 
Levy/

Cuidemos el no transferir nuestra responsabilidad de ser feliz a nadie (nuestras parejas, hijos, familiares, vecinos, amistades). Bástale a cada día su afán y a cada persona sus propios procesos.
Levy/

Jesucristo, murió por nosotros; pero no resucitó para vivir la vida de cada uno de nosotros… Tenemos que pasar por el proceso,
¡Meditemos en ello!
Levy/


Observa
En los días de lluvia, solemos cerrar todas las ventanas; aun aquellas por donde no entra el agua.
¡Meditemos en ello!
Levy/

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