Una serie de eventos conspiraron para que
en la Noche Buena 2014, pudiera reunirme con personas que ciertamente siempre
me han amado y extrañado. En realidad la que se alejó asertivamente fui yo…
Una persistencia y una separación
paradójicamente, sensibilizaron mi corazón. Es increíble como dejas de ver a
las personas por años y cuando te las vuelves a encontrar… sientes como si le
hubieran quitado la “pausa” al instante y
todo sigue igual. Los momentos de complicidad, los vacilones.
Escuchar cada
recuerdo que tienen esos seres tan importantes y que una vez estuvieron tan
unidos al corazón, de las salidas al cine, la playa, actividades, recordar
las canciones que se cantaban a toda voz, un sinfín de remembranzas que pesan más
que los corajes pasados y hacen que aflore el perdón.
Es imposible recordar los
eventos negativos con enojo; ya ves la historia, como un conjunto de eventos
que forman parte de un pasado.
"Todo buen
soldado, recuerda sus batallas como una lección, donde descubres tus fortalezas
y te haces consciente de tus debilidades" (Levy/).
24 de diciembre de 2014, marca la llegada
de la Navidad, una histórica reunión familiar y el comienzo de un nuevo
capítulo en el libro de mi vida…
¡Agradecida de tus bondades mi Dios!
Levy/
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