martes, 25 de febrero de 2014

Fe...



     Pensando en tus bendiciones, inicio nuestra acostumbrada conversación. Te comentaba, que no puedo evitar las sensaciones que me están sobresaltando, que no puedo evitar recordar; tanto sufrimiento, incertidumbre, maltrato e injusticia. Donde la mentira fue verdad y la verdad una ruin mentira.
     Y mientras nuevamente, te pido más de tu gracia (a sabiendas que no doy suficiente a cambio…)
¡Tú, me regalas un arcoíris!
Símbolo de una promesa, que me recuerda que escrito está:
“Jesús, siempre cumple sus promesas…”
¡Tranquila Isabel, solo, confía!
Levy/


La vida es sabia…

   En nuestros años de juventud, vamos contra el mundo. Avasallando, derribando obstáculos. Nos caemos y nos levantamos con más ímpetu. Nada nos intimida, siempre estamos prestos para la próxima contienda… y así, nos mantenemos por años y años en constante guerra.
Guerra, con nuestros sentimientos…
Guerra, con nuestros pensamientos…
Guerra, con la gente que no nos apoya…
Guerra, con el mundo que no conspira, a nuestro favor…
   Ininterrumpidamente, vivimos fabricando sueños y batallando contra el destino por ellos, si es preciso. Nada nos agota, nada nos limita; ni siquiera, las más mortal de las lanzas recibidas.
   Ya, en la puerta del ocaso, no nos afanan tanto los sueños que no se cumplieron. De tantas batallas pasadas sentimos que el cuerpo se cansa. No significa que surgen sentimientos derrotistas; significa solo eso, que el cuerpo, se cansa.
Es más fácil perdonar, porque nuestras prioridades son más simples, se vive ligero de pensamientos y sentimientos. Esto, si de tantas derrotas, aprendimos a ir soltando la carga: de ofensas recibidas, frustraciones experimentadas, injusticias y la culpa que a muchos mata.
Ya, solo quieres disfrutar de tus victorias, rememorar esas grandes batallas y reírle a la vida…
… con la ilusión de que te devuelva todas las sonrisas esparcidas.
Levy/

Dando rienda suelta a las emociones...




Mis amigos, me dicen sé fuerte, no llores.

Ante los que no lo son, permanezco de roca, por lo que no lloraré.

Pues, no los regocijo con mi debilidad.

Frente a mis hijos, soy el pilar, prohibido llorar.

Ante mí, frente al espejo;

solo desearía no ser tan fuerte…

Para que me duela menos…
 Levy/

¡… y es así que ella desea intercambiar sus ansiedades y lágrimas, por media hora de sonrisas!
Levy/



Luego de un sueño pesado, despierto.

Hoy no escucho el canto de los gallos. No estoy segura, si fue que no cantaron, o yo estaba sumida en mi pasado.
Arriba Isa, arriba, me grita el consciente  y mi cuerpo, en total desobediencia civil. En la cama se quedo otro rato. De un salto logré salir de Morfeo y sus brazos. Ya, puesta de pie y con algo de pereza, me di un baño; mientras mi pensamiento seguía visitando al pasado.
Parada frente al espejo, me pregunto: ¿cómo me vestiré?
Sucede que hoy quiero vestirme de alegría, con un peinado de olvido y accesorios que hagan juego con esas cosas que se hacen para olvidar…
Levy/ 

CANALIZANDO... 
"Hay un esquema que no he podido romper, cuanto más próxima me encuentro; situaciones de la vida me colocan en retroceso. Tal vez... quizás, será que romper ese esquema, me conduciría a la soberbia".
Levy/ 

"Sucede que hay momentos en que los recuerdos, simplemente llegan. Robándote todo el derecho de elegir".
Levy/

 "Si es cierto que el dolor te hace fuerte... 
¡hoy soy más fuerte!.
Levy/

Sola, en una sala de espera de un hospital. 

Sola con mis ideas, sin vínculos para canalizar mis emociones. 

Sola intentando calmar a mis dioses y demonios...

Nuevamente ¡Gracias y un Aleluya!, a aquel que me sigue abrazando, sigue sobre los míos derramando su Bendición. Aquel que me continúa dando más de lo que yo doy, gracias!

 Levy/

  Arriba, mi gente!
Buenos días, hoy es otro día. No es que sea bipolar. Es que a la tristeza y a los problemas, no se les da más de un día de pauta.
Así que cuerpo;
"Levantarte y anda...".
 
Levy/ 

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