Aunque existen ciertas dudas sobre la
veracidad del origen del municipio de Trujillo Alto, diversas fuentes lo
acreditan a Alonso Trujillo, un noble hacendoso español que era natural de la
importante ciudad española llamada Trujillo. Esta ciudad, a su vez fue fundada
en el primer siglo antes de la Era
Cristiana con el nombre latino de Taris Ivlia (que en español se pronuncia
Turis Julia), más tarde, bajo el dominio árabe, la ciudad se llamó Traxiela.
Con la reconquista de España mediante las Cruzadas; el castellano retoma el
puesto de idioma oficial y Turis Julia se castellaniza: primero Truxillo y
luego Trujillo.
Se asegura que Alonso era natural de
Trujillo, España, así que, como era la costumbre, uso este gentilicio como
apellido. Alonso recibió grandes concesiones en aquellos tiempos localizados en
las márgenes del rio Loiza, desde las estribaciones de la Cuchilla de Hato
Nuevo al sur, hasta el llano al este del
actual municipio de Carolina. Esto fue a finales del siglo 16. Así el lugar de
origen de don Alonso sirvió de toponimia al lugar de origen donde vivió en los
alrededores de esta región bañada por el Rio Grande de Loiza.
Hay otras versiones que aseguran que no
se sabe exactamente de donde surgió el nombre de Trujillo. El historiador
Generoso Morales Muñoz, teoriza en su trabajo Historia de Garabo que este
procede de Alonso Trujillo, a quien la Corona le otorgó tierras en esta
zona. Finalmente, acerca de este asunto
solo se conoce que existían unas familias de apellido Trujillo viviendo cerca
de la Quebrada Maracuto, que antiguamente se le denominaba como la Quebrada
Trujillo.Las gestiones para que Trujillo Alto fuera un municipio independiente comenzaron 1793, cuando un grupo de vecinos de los poblados que hoy confrontan el pueblo acudieron al señor obispo y al gobernador de la Isla para solicitar permiso para construir una capilla. El propósito no era solo tener un lugar cercano para congregarse, sino también establecer un municipio cuando se alcanzara a la cifra necesaria de vecinos para fundar un pueblo.
En 1798 un grupo de la ribera derecha del poblado, liderados por don Juan Francisco de Carazo, lograron que la Audiencia Territorial de Santo Domingo aprobara la fundación de Trujillo Alto. El nombramiento oficial se hizo en 1880 y el 8 de enero de 1801 quedó fundado el municipio de Santa Cruz de Trujillo. En ese momento, el pueblo quedó compuesto por 16 barrios. Al principio se le conoció solo por Trujillo y tenía los siguientes barrios: Barrazas, Cacao, Candelaria, Canovanillas, Carraízo, Carruzos, Cedro, Hoyo Mulas, Martínez González, Quebrada Grande, Quebrada Infierno, Sabana Abajo, San Antón, Santa Cruz y el pueblo. Se eligió a la Santa Cruz como patrona del pueblo. El primer alcalde fue Tomás Ruiz y José María Torres Vallejo fue el primer síndico procurador. En 1817 le fueron segregados algunos barrios que formaron el nuevo municipio de Trujillo Bajo, a partir de 1820 se le empezó a conocer como Trujillo Alto. El 13 de septiembre de 1928 el huracán San Felipe destruyó la iglesia católica del pueblo por lo cual fue reconstruida en hormigón. En 1844 se erigió la Casa Alcaldía y en 1854 se construyó la primera escuela.
Sin embargo, no es hasta 1820 que el municipio
comienza a conocerse como Trujillo Alto. El cambio ocurrió para diferenciar a
este municipio del de Trujillo Abajo, actualmente conocido como Carolina.
A lo largo del siglo 16, el municipio
tuvo un desarrollo económico saludable, pues para el 1820 ya el municipio tenía
910 habitantes de los cuales 715 eran blancos y 195 mestizos. Ocho años después
se formó el primer ayuntamiento. En 1829 se fundó el primer cementerio y en
1834, se inició el deslinde de los terrenos para comenzar el trazado de las
calles. Por otra parte, la alcaldía o Casa del Rey fue construida en 1844.
El segundo cementerio, hecho en mampostería,
se erigió en 1861. El próximo hecho relevante en la historia de este municipio
fue la invasión del ejército estadounidense el 16 de octubre de 1898, como
parte de la Guerra Hispanoamericana. Cuatro años después, la asamblea
legislativa de Puerto Rico aprobó la Ley de Consolidación de Municipios y
ordenó la anexión de Trujillo Alto al municipio de Carolina. El pueblo recobró
su autonomía en 1905
Tomado de Primera Hora
9-10-07
En 1905 la ley de la Asamblea
Legislativa fue derogada por una nueva Ley y se restituyó a Trujillo Alto como
un municipio Independiente.
Tomado de EL Vocero-8-16-06
© El
Pueblo de los Arrecostaos.
A los trujillanos se
les conoce como los Arrecostaos. Aunque se desconoce el origen de este
cognomento, existen tres posibilidades:
1. se refiere a la apariencia de las casas que al
estar construidas sobre colinas, muy pegada una casa de la otra, parecieran
estar recostadas.
2. la supuesta costumbre de los trujillanos de
recostarse a las paredes
3. se refiere a la "piedra del
arrecostao", una piedra que existía en el pueblo con forma de vaca donde
la gente se recostaba a charlar. La piedra fue removida a orillas del Río
Grande de Loíza.
© La
ciudad de los Manantiales.
Existe
un total de 19, entre ellos se encuentra el famoso manantial La Montaña y La
Ceiba (antes La Ceiba). Un acuífero de
tipo intergranular ubicado en el barrio Saint Just. Esto hace que se encuentre
agua entre las rocas y los granos que componen el suelo. En el área del
acuífero se encuentra un pequeño lago cercano a una iglesia.
© El
Pueblo de las Ocho Calles.
© La
Ciudad en el Campo.
La flora de Trujillo
Alto es del tipo de bosque tropical húmedo. En el municipio abundan los árboles
de Maricao. Hay muchas variedades de animales interesantes por los que hay que
explorar.
© El
alumbrado público se instaló en 1910.
En 1910
llega el alumbrado público a Trujillo Alto, este constaba de dieciséis faroles
de gas y no es hasta el 1913 que llega otro sistema utilizando electricidad.
© Santuario
mariano de la gruta de Lourdes.
Fundado en 1925, y construido en
agradecimiento de un favor concedido a los fundadores originales en el
santuario matriz en Lourdes, Francia.
Los
fundadores originales de la Gruta de Lourdes fueron Ángel Rivero Méndez y
Manuela Boneta Babel, nacida en San Juan. Ángel Rivero nació en 1856 en
Trujillo Bajo (hoy día Carolina),
El
16 de octubre de 1882 se casan en la Catedral de San Juan.
En 1922, Rivero fue
con su esposa a España para editar su libro Crónica de la Guerra
Hispanoamericana en Puerto Rico.
También durante este
tiempo, los esposos Rivero-Boneta visitaron el Santuario de Lourdes, en
Francia. Doña Manuela, que sufría de bocio, recibió una gracia muy especial.
Don Ángel escribió un
librito que dedica a su esposa y que titula Recuerdo de mi visita a Lourdes.
Al regresar a Puerto
Rico los esposos Rivero-Boneta deciden erigir una ermita bajo la advocación de
Nuestra Señora de Lourdes, y donan su propiedad de 8 cuerdas, en la finca
"Villa Manuela" del barrio Las Cuevas en Trujillo Alto a la iglesia.
Cedieron la finca, por
escritura pública, al Seminario Conciliar de San Ildefonso.
La condición era que
se venerara a la Virgen bajo su advocación de Lourdes perpetuamente en este
lugar.
El Santuario Mariano
de la Gruta de Lourdes fue inaugurado el día 6 de enero de 1925.
© El
convento san José.
Pertenece a las monjas
las carmelitas.
Caridades Carmelitas
es una obra de Amor para los hermanos y hermanas Carmelitas y para nuestro
País, Puerto Rico.
Es una historia de fe,
esperanza y caridad.
su historia comenzó a
mediados del año 1991 al recibir los planos para la construcción del Monasterio
Santa María del Monte Carmelo en Mayagüez.
Guiados por el Señor y
nuestra Santísima Virgen del Carmen, un pequeño grupo de Terciarios Carmelitas
se reunió para compartir esta gran necesidad de las monjas de clausura de
Mayagüez, y con la bendición del Padre Tarsicio María Gotay, O. Carm., director
espiritual de la orden en esos tiempos, se comenzaron los trabajos.
El 8 de febrero de
1992 fue “el debut”, la primera
actividad pro-fondos y se presentó a los Niños Cantores de Viena en el Centro
de Bellas Artes, en Santurce.
En aquel momento el
primer Presidente de Caridades Carmelitas, Miguel Norbert Ubarri (el primer
valiente) como reconocimiento y anécdota, le dijo bajito a la hermana Enid Del
Valle: “Anoche no dormí al pensar en los
$20,000.00 (que era la inversión / lo que costaba la función. Se hizo el Concierto y fue todo un éxito.
Luego el 17 de junio
de ese año se fundó la Corporación sin fines de lucro, específicamente para la
Construcción del Monasterio. Se continuaron haciendo actividades sorteos; todas
exitosas. Entre ellas, dos presentaciones más en Bellas Artes.
En el año 1996, ya
cumplida la misión del Monasterio, comienzan a aflorar nuevas inquietudes y
necesidades y se hace una enmienda al documento original de la corporación y se
cambia el nombre a Caridades Carmelitas de Puerto Rico, Inc.
En ese momento, la
Hermana Enid del Valle era la Presidenta, y reconocemos su valiosa aportación
en esos 14 años de entrega y dedicación.
(Gracias, Enid).
También ese año 1996,
el Padre Tarsicio es trasladado a Roma y desde entonces el Padre Luis Miranda,
O. Carm., ha estado dándonos todo su apoyo y solidaridad. (Gracias, Padre
Luis).
La grave crisis que
atraviesa Puerto Rico requiere más que nunca de la ayuda de Caridades
Carmelitas y de instituciones como la nuestra y de todos nosotros como
ciudadanos y cristianos. La oración y la espiritualidad son las armas más efectivas
para combatir la falta de valores, el desgano y la ausencia de moral que tanto
afectan a nuestra sociedad.
Sin embargo, todo esto
tiene que estar acompañado de obras concretas, de acción.
Es por eso que el
Comité de Caridades Carmelitas, aún en tiempos tan difíciles y de recesión
económica, no ha cesado de trabajar y solicitar ayuda a las empresas privadas y
personas para poder continuar ofreciendo ayuda.
Nuestros objetivos
principales de ayuda son:
1. El
Voluntariado Carmelitano.
2. el Hogar Teresa Toda.
3. el Centro Educativo Joaquina de Vedruna.
4. nuestra
Casa Madre Santa Teresita.
5. Caridades Carmelitas, desde el año pasado se
unió al equipo de trabajo para rescatar la Academia Santa Teresita. Gracias a
este esfuerzo, como parte de nuestro apostolado, se han donado becas a
estudiantes sin recursos. Además, se han aumentado los esfuerzos con el Fondo
de Ayuda General, en donativos a personas de la Tercera Orden del Carmen o
familiares y relacionados cercanos que se han quedado desempleados. Al igual,
hemos ayudado a personas con enfermedades crónicas o graves y que no tienen un
plan médico que les cubra.
También
tuvimos la oportunidad de ayudar a principios del pasado año 2010 a los
damnificados del terremoto de Haití con la cantidad de $2,000.00.
Reiteramos
que Caridades Carmelitas está para ayudar en todas las causas justas, por tanto
exhortamos a los moderadores y moderadoras a que cuando surjan casos
meritorios, se comuniquen con esta servidora o con algún miembro de nuestra
Junta de Directores. Además, les invitamos nuevamente a que se unan a este
hermoso apostolado. Les invito a que el que se sienta llamado a integrarse a
este esfuerzo, se comunique con algún miembro de la Junta.
“Vuestra
soy, para vos nací, ¿qué mandáis hacer de mí?”
Por.
Enid Abreu Zurinaga
Presidenta
de Caridades Carmelitas
Tel:
787.834.6789
Dirección:
Monasterio
santa maría del monte Carmelo
745
carretera 249, Mayagüez, puerto rico
© Su
Santa Patrona es: la Santa Cruz.
Construida
originalmente en el 1817 y reconstruida en hormigón el 13 de septiembre de
1928, a raíz del destrozo que dejó el huracán San Felipe. La fachada actual
data del 1956. La Parroquia tiene como Patrona:
“La Exaltación de la
Santa Cruz”.
Las campanas de la
Parroquia se llaman Ana y María. Ana tiene inscrito el año 1900 y María tiene
una inscripción que data del 1928, la cual indica que fue donada por el Sr.
José Suárez de la Finca El Refugio. A principios del S.XX, se escuchaba en nuestro pueblo una sonoridad
grave y aguda. Las campanas se utilizaban
para convocar al pueblo a las celebraciones católicas. También,
cumplieron otras funciones adicionales como marcar la hora y emitir aviso en
ocasiones de peligro. El redoble más precipitado ponía sobre aviso a la
población del inminente azote de un huracán.
Historia de la
construcción de la Parroquia de la Santa Cruz.
Siete años después de
estar fundado el Municipio, aún los vecinos de Trujillo esperaban por la
construcción de su parroquia.
El 9 de enero de 1808,
el Obispo Juan Alejo Arizmendi, hizo una visita pastoral al incipiente pueblo,
eligiendo en esa ocasión el sitio donde se debía levantar el templo
parroquial. Casi a fines del mismo mes,
el 27 de enero, el gobernador Toribio Montes ordenó el que se eligiera un
arquitecto hábil para tales fines. Pero no había fondos ni menos colaboración
de los vecinos de la parte baja (oeste del Río Loíza) para emprender la obra.
Don Pedro Díaz,
Teniente a Guerra de la parte alta de Trujillo (este del río), optó por
solicitar la cooperación del Maestro Mayor de Reales Obras, de San Juan, para
que preparase el plano, sin éxito. Ante
la negativa, propuso que se levantara un edificio provisional, en madera. Además, logra reunir a varios vecinos para
tratar el asunto, eligiendo a don Lino María Valdejulli, hombre de prestigio
que vivía en el barrio Candelaria, como apoderado de la Iglesia, esto es, para
que asumiera la dirección de los trabajos.
También, se nombró al maestro carpintero don Nicolás Ruiz, vecino del
barrio Carraízo.
Al año entrante, nada
se había adelantado. El 29 de octubre de 1809, Díaz escribió lo siguiente al
nuevo gobernador Salvador Meléndez Bruna: “Trujillo no tiene ni siquiera la
ermita donde antes celebraban los oficios divinos”. Esta situación la atribuyó al hecho de que:
“Cada cual quería
tener el templo en el umbral de su casa”.
Para principios de
1814, todavía no había concluido la construcción del templo, pero se estaba
trabajando en ello.
Díaz seguía
estableciendo como causa, la falta de cooperación del ayuntamiento de Trujillo,
el cual estaba bajo la dirección del alcalde Valdejulli y los vecinos del
oeste. Los trabajos estaban siendo
realizados, principalmente, por él, su hijo Manuel, sus esclavos y varios
vecinos, bajo la dirección del albañil don Laureano Piedrabuena, quien había
sustituido al maestro carpintero Juan Nicolás Ruiz.
Para fines de 1814,
tal parece que la iglesia estaba concluida, quedando levantada en el mismo
lugar en que radica hoy día, como fuera establecido elegido por el Obispo
Arizmendi.
Las primeras noticias
que hicieron mención de su titular, la Santa Cruz, surgieron en 1816, cuando el
padre Fray Manual García Serrano, hizo entrega de la misma al nuevo párroco Fray
Antolín de Caldas. Al próximo año, un
acta del ayuntamiento estableció que la iglesia estaba construida y reedificada
una ermita. Pedro Tomás de Córdova, en
su obra Memorias, establece que ésta fue erigida en esa fecha (1817). La iglesia en honor de la Santa Cruz quedó
instituida.
¿Quién le otorgó el
titular y advocación de la Santa Cruz?
Los expedientes claves
para confirmarlo no han sido localizados hasta la fecha; posiblemente
desaparecieron con incendio ocurrido en la ermita antes de 1815. El número del boletín La Cruzada, del 25 de
octubre de 1981, publicado por la iglesia católica, plantea que con toda
probabilidad que la advocación no surgió del pensamiento del Obispo Arizmendi,
pues él era devoto de San Miguel de Arcángel.
Quizás, algo tuvo que ver la fecha en que fue instituido el nuevo
municipio (¿cerca del 3 de mayo?).
En 1829, el informe
del obispo Gutiérrez, reseñó su visita a Trujillo Alto, el cual decía que la
iglesia era “buena”, hecha de mampostería, cubierta de madera y tejas, y tenía
“regulares ornamentos”. A su vez, debido
a que los muertos n;">
Historia documental de
Trujillo Alto, Wilmelm Hernández, 1995
Revisado el 2/8/2013
Historia documental de
Trujillo Alto, Wilmelm Hernández, 1995
Revisado el 2/8/2013
© Trujillo
Alto es:
el Hogar de la represa Carraizo, la más importante de la Isla.
En 1954 se
construyó la represa Carraízo, principal fuente de agua del área metropolitana.
Este embalse es el mayor caudal en Puerto Rico en cuanto a área de desagüe,
puesto que abarca 533 km cuadrados (206 mi cuadradas). Su capacidad original es
de 20.000 acres, casi 25 millones de metros cúbicos. Se usa para abastecimiento
de agua potable para el área metropolitana de San Juan.
© Su
gentilicio es: trujillanos.
Trujillano /
Trujillense.
Pretenden arrebatarnos
nuestra denominación forjada a lo largo de más de cinco siglos de convivencia,
tradiciones e historia.
Aunque se muerdan el
codo.
El cambio que se
comienza a gestar no es una mera mudanza de nombres: es un cambio profundo de
autopercepción, de visión, de actitud, de conciencia de nuestra propia valía y
disposición para la transformación organizada del estado en el emporio
eficiente, próspero y seguro que todos anhelamos (con ciertas, deshonrosas
excepciones).
Y, aunque se muerdan
el codo, continuaremos llamándonos trujillanos y trujillanas. El gentilicio es
inalterable.
GUSTAVO MÉNDEZ
SARMIENTO –
Se ha presentado, en los últimos días, un
debate acerca de la utilización del término "trujillense", en
contraposición a "trujillano", para designar o referirse a los
nativos de nuestro pueblo, a quienes viven en él aunque su nacimiento se haya
producido en otras regiones, o a lo relacionado o perteneciente a Trujillo.
Desde el punto de
vista exclusivamente lingüístico, no hay razón para tal polémica.
Según el Diccionario
de la Lengua Española (DRAE), de la Real Academia, el sufijo -ano
"significa procedencia, pertenencia o adscripción: marciANO, aldeANA,
franciscANO. A veces toma las formas -iano: parnasIANO; o -tano:
ansoTANO."
El mismo diccionario
nos indica que el sufijo -ense se utiliza en la formación "de gentilicios
y otros adjetivos latinizantes que expresan relación o pertenencia: abulENSE,
estadounidENSE, matritENSE, forENSE, castrENSE. A veces toma la forma -iense:
canadiENSE, parisiENSE."
Ambos sufijos, por
tanto, tienen significados y aplicaciones similares; entre ellos, y es el que
nos interesa en este artículo, el de establecer el gentilicio de una persona.
Esta palabra,
gentilicio, llegó al español proveniente del latín gentilitius, sustantivo que
proviene, a su vez, de la también latina gens. Entre los romanos, esta
expresión gens era la utilizada para aludir al linaje, la estirpe o progenie de
una persona o una familia; como la denominación de la gens era común a las
diversas ramas y miembros de la familia, se puede afirmar que correspondía a
los apellidos de hoy.
La gens Cornelia (la
Gente Cornelia), por ejemplo, era la estirpe de los Cornelios; la gens Iulia
(la Gente Julia), era la familia de los Julios, uno de cuyos miembros fue el
emperador Julio César.
Gens era también, para
los romanos, la palabra con que se referían a conceptos tales como
"raza", "nación" o "pueblo". Con la expresión
gens Sabina, verbigracia, se designaba al pueblo de los Sabinos; la gens
Latina, era el pueblo de los Latinos, y así sucesivamente.
Gens evolucionó hacia
gentilicio y conservó su significado original, es decir, denominación o
referencia a los habitantes de un pueblo, ciudad, región, país, nación o
estado. Ese es el significado con el que aparece, hoy en día, en el DRAE:
1. "Perteneciente
a las gentes o naciones.
2. Relativo
al linaje o la familia."
En su calidad de
sustantivo, gentilicio se refiere al habitante de un país, región o ciudad: el
venezolano es generoso; el zuliano es regionalista; el andino es reservado. El
gentilicio también se usa como toponímico para designar a los habitantes de un
lugar: los corianos, los europeos, los australianos.
Como adjetivo, indica
el origen o proveniencia de personas o cosas: Agapito es mirandino; mi tía es
caraqueña; ellos son carupaneros.
Hay que aclarar que el
gentilicio, en ambos casos, hacen referencia solamente al origen de personas o
cosas, no a su residencia o ubicación. Un merideño por ejemplo, conservará su
gentilicio viva en Boconó, en Lima o en Helsinki. Es decir, el gentilicio no
varía con la nacionalidad o con la ciudadanía, es inalterable: se puede cambiar
de residencia, ubicación, nacionalidad o ciudadanía, pero no de origen, que es
inmodificable. La derivación de adjetivos referidos a la procedencia,
pertenencia o gentilicio ha respondido, a lo largo del desarrollo de la lengua,
a criterios no dependientes sólo de academicismos, o a dictados extraños a los
del gusto de sus hablantes. Existen elementos no lingüísticos igualmente
válidos para determinar un gentilicio, tales como la adopción, la historia y la
tradición.
El llamado
"gentilicio por adopción" es el que alguien, establecido en un sitio
distinto a aquel en el que nació, asume por personalísimas razones afectivas,
de cariño, o por agradecimiento.
La historia y las
tradiciones cultivadas por un pueblo o una región también son componentes vitales
de su gentilicio. Este es un valor que se arraiga y se convierte en perenne,
con natural e inseparable de sus pobladores o parajes; el gentilicio, por
tanto, no es una moda pasajera, un capricho de gobernantes incultos o de magiquitas
súbitamente iluminados. El gentilicio lleva implícita idea de permanencia, no la de transitoriedad,
y así se manifiesta.
En la formación de
gentilicios se podrían alegar, incluso, razones de estilo, de atractivo sonoro,
de economía del lenguaje, y hasta maneras de evitar cacofonías.
¿No nos
"suena" mejor caraqueño que caraquense? ¿Por qué la gente de Mónaco
se llama a sí misma monegasca y no monaquense?
¿Cómo es mejor, niña
andina o niña andinense? ¿Aceptarían los polacos, de buen grado, ser llamados
polonieños?
En la Universidad
Complutense
¿Celebrarían un cambio
que la lleve a llamarse Universidad Complutana?
¿Por qué, entonces,
provocar a los trujillanos llamándonos trujillenses?
Tanto -ano como -ense
son terminaciones de gentilicio que, hemos visto, tienen significado y
aplicaciones similares; prueba de ello es que es perfectamente posible hablar
de falconiano o falconense; bolivariano o bolivarense; barbadiano o
barbadiense; cameruniano o camerunense; valerano o valerense.
Ahora bien, los
nativos y residentes de este rincón del mundo nos llamamos a nosotros mismos
trujillanos por razones lingüísticas, históricas, afectivas y de tradición.
Todo lo que ha conformado eso que llamamos trujillanidad.
La provocación, por su
lado, es parte de una ofensiva cuyos objetivos pertenecen a un campo muy
distinto al idiomático. Emana de la facción oficialista, como de costumbre; ya
no ocultan sino que, por el contrario, despliegan su obcecado interés en
dividirnos, en eliminar o borrar nuestra memoria colectiva, en desdibujarnos y
hacernos perder nuestra identidad particular para convertirnos en meros
miembros de una masa informe, monótona, un rebaño de gentes sin pasado,
comunizada.
Ya demostraron el
visceral desprecio que sienten por los trujillanos y lo trujillano cuando, en
el ejercicio libre de su incalculable ignorancia, trataron de emponzoñarnos
ultrajando la memoria de una de nuestras cumbres, en todos los sentidos y de
todos los tiempos, don Mario Briceño-Iragorry.
Tratan de minimizar lo
positivo del pasado para justificar su estruendoso fracaso en el presente y su
ineptitud para proyectarse al futuro.
En cuanto al cambio de
trujillano por trujillense, lo que pretenden, en mi opinión, es arrebatarnos la
denominación de nuestro gentilicio, forjada a lo largo de más de cinco siglos
de convivencia, tradiciones e historia comunes; convencernos de que no somos lo
que somos; obligarnos a dejar de ser lo que hemos sido y somos acorralarnos,
nariceados, (para su exclusiva conveniencia) en conceptos y clichés que nos
revelan la verdadera visión que tienen de lo que somos y debemos seguir siendo
los trujillanos: un atajo de borregos olvidados de su identidad.
Promover cambios
superficiales, afeites inocuos, dirigidos a distraer la atención, buscando el
aplauso de la gradería y la palmadita del caporal, pero sin la real intención
de impulsar la evolución que lleva al progreso, no son sino prácticas
gatopardianas: cambiar para que nada cambie, maquillar para impresionar, no
para avanzar.
Los trujillanos sí
queremos y necesitamos un cambio; y estoy seguro de que se va a producir, mas
no en el sentido que el gobierno espera o proyecta.
Diario el tiempo
Viernes 22 de marzo de
2013
Valera.
© Es
el Hogar de: La Fundación Luis Muñoz Marín.
La
Fundación Luis Muñoz Marín se creó con el fin de preservar, difundir, hacer
accesible el material histórico como herramienta educativa y fortalecer los
valores que inspiraron la dramática revolución pacífica y democrática que
transformó a Puerto Rico bajo el liderato de don Luis Muñoz Marín. Ese momento
de excepcional creatividad y excelencia en nuestra vida colectiva guarda
experiencias y lecciones aprovechables por todas las generaciones
puertorriqueñas en la forjación de un porvenir de justicia y de bien para
todos. Muchas de esas experiencias y lecciones quedaron recogidas en la rica
colección del Archivo Luis Muñoz Marín, cuyo contenido se estima en un millón
de piezas entre documentos, cintas de audio y video magnetofónicas, diplomas y
todo tipo de objetos. La colección del Archivo fue descrita como "un
tesoro nacional" por el ex-director de los Archivos Nacionales de los
Estados Unidos, James B. Rhoads, quien añadió:
"El
Archivo constituye la mayor fuente para el estudio de cómo una parte del mundo
en desarrollo se movilizó mediante la cooperación del Gobierno y el sector
privado para realizar un progreso excepcional en contra de la pobreza, el
analfabetismo, el desempleo y toda una gama de problemas económicos y
sociales."
El arreglo
y organización se deben, en gran parte, al propio Muñoz, quien entendió el
alcance histórico de su gestión e insistió que se organizara y archivara de
forma que facilitara su utilización tanto para propósitos administrativos
inmediatos como para investigaciones retrospectivas posteriormente. Consciente
de la importancia de esa colección, no sólo para el estudio de la historia de
Puerto Rico, sino también del Caribe, de América Latina y de los Estados
Unidos, la Fundación dedicó desde sus comienzos una atención especial a su
ordenamiento y catalogación. El Archivo, a su vez, se ha enriquecido con
donaciones de otras colecciones--incluyendo los documentos sobre Puerto Rico
del ex-juez del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, Abe Fortas--y mediante
la creación de la Filmoteca Luis Muñoz Marín para recoger y reproducir el
material audiovisual disponible. Para albergar la colección y proveer espacio
para investigadores y estudiosos, se construyó un moderno edificio con las
facilidades necesarias para la conservación de documentos y salones de
consulta, tanto del material documental como audiovisual.
Hay una
dimensión de la vida de don Luis que escapa la huella documental. Es una
dimensión que sólo puede percibirse en su morada: en ese singular medio
ambiente natural que deseó se preservara en "su actual y natural
estado". Ese estado fue testigo y compañero de la sensibilidad del hombre
que al escribir su Oración al Padre pidió: "Haz armonía entre los hombres
y la naturaleza". En toda labor de diseño y construcción se procuró, sobre
todo, conservar esa armonía, serenidad y sencillez. Por ello se puede ver y
sentir hoy como don Luis lo vivió. En la finca hay más de treinta variedades de
árboles, varias de ellas no oriundas del país. Todas han sido identificadas y
muchas rotuladas para información de los visitantes (la Fundación Luis Muñoz
Marín tiene un Programa de Excursiones con Guías Turísticos). En donde la obra
necesariamente ocasionó alteraciones, se resembró rápidamente con árboles del
país como guayacán y maga, el árbol nacional de Puerto Rico
Finalmente,
hay un ámbito de la obra de don Luis, y por ello de la Fundación, que no puede
todavía precisarse. Es más bien, será el fruto del intenso diálogo entre la
historia aquí contenida con el presente que la visita, la estudia, la
interroga, y que con ella busca razones y emociones. Como fruto de un diálogo,
es todavía futuro; y, como tal, indefinido en sus detalles. Pero sí se sabe de
qué se nutre:
Se nutre
de fe, de esperanza, de confianza.
1. El
Archivo de La Fundación Luis Muñoz Marín.
2. La
residencia Muñoz - Mendoza. Sala.
3. La
residencia Muñoz - Mendoza. Cocina.
4. Biblioteca
y Despacho Muñoz Marín.
Fue creada en 1980 como organización
educativa sin fines de lucro con el fin de ayudar a construir el porvenir de
Puerto Rico, preservando y difundiendo los valores, filosofía y pensamientos de
Luis Muñoz Marín y promoviendo su aplicación a la identificación y solución de
los problemas principales del país.
El compromiso de la Fundación radica en
los siguientes objetivos institucionales:
Servir como entidad vital y activa que
contribuya positivamente a la calidad de vida y valores de nuestra sociedad.
Desarrollar proyectos educativos que
fomenten y promuevan los valores, espíritu y visión de Luis Muñoz Marín.
Preservar y hacer accesible el material
de la Fundación como herramienta educativa y legado histórico al servicio de la
comunidad puertorriqueña.
Promulgar la obra de Muñoz mediante
publicaciones, materiales audiovisuales, exhibiciones, foros y actividades
especiales.
Para cumplir con estos objetivos, la
Fundación ha establecido varios programas que reflejan su interés por mejorar
la calidad de vida de la sociedad puertorriqueña, desde la conservación de su
memoria histórica hasta la conservación del medio ambiente en Puerto Rico. Es
así que encontramos el Programa del Archivo Histórico, el Programa del Parque
Doña Inés y el Programa del Centro de Visitantes de la institución.
Ubicada en una finca de cuatro cuerdas
en el corazón del área metropolitana de San Juan que constituyó la residencia
privada de la familia Muñoz-Mendoza a partir de 1946, la Fundación se proyecta
como un lugar para presentes y futuras generaciones, evocando los valores
sencillos y humildes que caracterizaron la vida de Muñoz.
El ideal de vida de Luis Muñoz Marín y
su generación se traduce en los sencillos detalles de una residencia familiar
modesta y acogedora, en cuyos predios se encuentra enclavada la Fundación. Fue
en este entorno donde don Luis vivió junto a su familia y produjo, con la ayuda
de sus colaboradores, la agenda de modernización de Puerto Rico.
Este lugar trata de evitar toda barrera
mental o física que impida a los puertorriqueños y a cualquier persona que
puede venir del extranjero disfrutar de un lugar con tanta historia en sus
archivos y en cada una de las cuatro cuerdas (poco más de una hectárea y media)
que lo componen.
Citas:
1. "Tenemos
en nuestra mano el tesoro inmenso de una semilla. Según la sembremos y la
amparemos será la cosecha que ahora y en el futuro recojan las gentes que
habitan y que entonces habiten esta tierra de Puerto Rico".
3. "Para
que los frutos sean abundantes y buenos, el árbol tiene que ser fuerte. Para
que el árbol sea fuerte, las raíces tienen que ser sanas y vigorosas. Las raíces
son ustedes..."
4. "La
inteligencia de nuestra gente es uno de nuestros grandes recursos naturales
para el desarrollo de una civilización cada día mejor."
5. "Que
cada vida sirva mejor a la nobleza del espíritu que la anima, cada mano mejor a
la tierra que cultiva, a la herramienta que usa, y así a su justicia y a la
libertad de todos."
6. "Le
digo al puertorriqueño: Conserva el suelo del espíritu, que es origen de todo
lo que vive, cámbiale y mejórale semillas y cosechas que es manera de hacer
mejor la tierra, de hacer mejor la cultura, para la gente, para la vida buena
de la gente."
Dirección:
Ruta rural
#2 apto. 5
San Juan,
Puerto Rico 00926 - 9719
Tel: (787)
755.4506
755.7979
761.7472
Geología:
En el municipio se encuentran rocas
principalmente de origen volcánico. Estas rocas volcánicas datan del período
Cretáceo Tardío. También se encuentran las llamadas rocas ígneas intrusivas,
estas rocas aparecen en grandes bloques, ejemplos de ellas pueden verse al
norte de Trujillo Alto y en la cantera cercana a la Represa Carraízo.
Aparecen también algunos depósitos de
rocas sedimentarias en el sector Matienzo del barrio Saint Just. La roca caliza
puede encontrarse en algunos sectores del barrio Las Cuevas al noroeste del
municipio. Existen depósitos de rocas ígneas plutónicas: granito, basalto y
diorita. Por otro lado, el territorio que comprende el municipio de Trujillo
Alto está atravesado por numerosas fallas las cuales no han mostrado actividad.
Según el Departamento de Agricultura de
los Estados Unidos (USDA), los suelos del Municipio pertenecen a la asociación
Múcara – Caguayo, éstos están formados por los residuos de roca volcánica
basáltica. Son de poco a moderadamente profundos y de moderadamente empinados a
muy empinados.
En cuanto a la riqueza mineral podemos
decir que el Municipio de Trujillo Alto tiene abundancia de minerales que se
utilizan para la construcción como lo es la piedra, arena y grava. Estos
suelos, producto de la meteorización de rocas volcánicas de las formaciones de
Barrazas, Friales, Guaynabo, Hato Puerco, Infierno, La Muda, Lomas, Monacillo y
Carraízo Breccia, son en su mayoría suelos arcillosos.
La capacidad agrícola de los suelos
trujillanos va desde I hasta VIII, siendo del I al IV los más productivos, del
V al VI los regulares y del VII al VIII los menos productivos. Los suelos con
mejor calidad se encuentran en la Zona Norte del Municipio, zona que ya ha sido
urbanizada, y a las márgenes del Río Grande de Loíza.
Política y gobierno.
En las elecciones generales de 2004
revalidó en su cargo como alcalde, Pedro Padilla Ayala del Partido Popular
Democrático. En esas elecciones se enfrentó a Julio Andino del Partido Nuevo
Progresista y a Luis A. Cruz Batista del Partido Independentista
Puertorriqueño.
La Legislatura Municipal de Trujillo
Alto es un cuerpo unicameral, el cual ejerce sus funciones legislativas en el
Municipio de Trujillo Alto mediante las facultades conferidas en la Ley de
Municipios Autónomos de Puerto Rico, Ley Núm. 81 del 30 de agosto de 1991. Se
compone de dieciséis (16) miembros que son elegidos por el voto directo de los
electores en las elecciones generales, los que se organizan dentro de distintas
comisiones permanentes y especiales.
Para las elecciones generales de
noviembre de 2008 los candidatos a la alcaldía trujillana fueron: José Luis
Cruz del Partido Popular Democrático; Eduardo Otero, del Partido Nuevo
Progresista; y el independentista Jaime Negrón, del Partido Independentista
Puertorriqueño. En estas elecciones resultó vencedor José Luis Cruz, del PPD,
quien juramentó al cargo en la Plaza del Bicentenario, el lunes 12 de enero de
2009, ante el Hon. Eddie A. Ríos Benítez, Juez Superior de Trujillo Alto. Los
puestos al Senado por el Distrito Senatorial 8 y el puesto de Representante del
Distrito Representativo 38 recayeron en los candidatos del PNP Lornna Soto,
Héctor Martínez y Éric Correa, respectivamente.
Listado de alcaldes de Trujillo alto y
el partido político al que representan:
1900 --- 02 franciscos Nemesio Díaz, republicano.
1902 --- 03 Trujillo alto anexado a san Fernando de
La carolina.
1903 --- 04 Andrés Valcárcel (fungía como alcalde
De barrio ya que
Trujillo alto no era
Considerado
municipio).
1905 --- 37 Andrés Valcárcel, unionista y liberal.
1937 Ricardo viera(falleció sin tomar
posesión)
1937 --- 40 Fermín viera, republicano
1941 --- 44 Luis cruz, republicano.
1944 jusina viñas, republicano.
1945 --- 58 Natalio aponte Valentín, autonomista
(ppd)
1958 --- 62 Isabel Díaz de Díaz, autonomista (ppd)
1962 --- 68 Heriberto zayas Montañez,
Autonomista (ppd)
1969 --- 72 Arturo crespo Valentín (ppd)
1973 --- 76 elsie calderón de Hernández (ppd)
1977 --- 80 José rivera (nía) (pnp)
1980 --- 92 pedro a. padilla (ppd)
1993 --- 96 ramón rivera (ppd)
1997 --- 00 Brunilda soto (pnp)
Comida Típica.
En Trujillo Alto nace la fritura
conocida como macabeo. Esta es una especie de alcapurria hecha de masa de
guineos (la mitad de guineo rayado y la otra mitad de guineo cocido y majado).
Se mezcla se rellena con carne y se fríe.
La historia oral atribuye a dos mujeres
la creación del macabeo
1. Rumualda
Báez.
A quien se le atribuye
haber inventado la receta del macabeo y paso la receta original a Doña Juana
Cruz, para ayudarle.
2. Doña Juana Cruz.
Se cuenta que para el
1950 aproximadamente, Doña Juana vendía macabeos en el pueblo de Trujillo alto,
como manera de sostener a su familia. Esta a su vez compartió la receta con Don
Armando Cruz (mejor conocido como Chico).
En 1983 el Hon.
Alcalde Pedro a. Padilla celebró el primer festival del macabeo en homenaje a Doña
Rumualda, (aunque algunos cuentan que dicho festival se viene realizando desde
los años 60’ del siglo veinte) y tuvo lugar en la plaza de recreo del
mencionado pueblo. De ahí en adelante se sigue la tradición todos los
diciembres de cada año acumulando 29 años
de celebración. Son tres días de fiesta de pueblo donde se presenta música
típica, estampas navideñas, mercados de exhibición y venta artesanal; además de
brindarle a los trujillanos la oportunidad de compartir y confraternizar.
Receta del macabeo.
Ingredientes:
Guineos verdes
Condimento molido
Salsa de tomate
Carne molida de res
Aceite con
achiote (achiotina)
Sal o adobo al gusto
Procedimiento:
Se hierven los
guineos, dejando una mano de estos sin preparar. La mayoría de los guineos
hervidos se majan y los crudos se guayan. Esta mezcla se une a la de los
guineos hervidos no majados y se les añade la achiotina. Se prepara una masa
que quede consistente. Se prepara la carne con el condimento, la sal y la
salsa. Se toma una parte de la masa de guineos, se rellena con la carne y se le
da forma de media luna. Se fríe en abundante aceite, muy caliente y tarda de 5
a 6 minutos en freír.
En el pasado:
La economía trujillana estaba basada en
la agricultura. Trujillo Alto fue productor de café, caña de azúcar, guayabas,
arroz y tabaco, entre otros productos.
En la actualidad:
El municipio ha ido perdiendo las áreas
verdes progresivamente sobre todo en el área norte que es más llana.
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