martes, 9 de abril de 2013

Enfrentando Mis Duelos


Crecí en un hogar sustituto del Departamento de la Familia.
En el hogar asignado llegué a los quince días de nacida.
Los padres asignados nunca los consideré "mis padres de crianza".
Para mí?..
Para mí siempre fueron  y serán mis padres;
aunque para su familia siempre fuí la "negrita que estan criando", "la hija de crianza". Para sus hijos biológicos nunca fuí hermana y para mí jamás serán familia.
Permanecí en ese hogar hasta la edad de los veinticuatro años. Hoy a mis cuarenta y dos, solo recuerdo con cariño a mis padres y un hermano de crianza con el cual actualmente no comparto.
En fin, lo que pretendo establecer es que no crecí en ese hogar con un sentido de pertenencia.
Me explico:
Nunca pertenecí a una familia. No me sentía incluída. No crecí en un ambiente "familiar unido".
Siempre se encargaban de recordarme que era de crianza y aunque mi madre siempre se esforzó, por darme lo que toda madre le brinda a una hija, sus hijas siempre protestaban por entender que yo no tenía que disfrutar de algunos privilegios; porque era hija de crianza.
Porque a ellas no se les dió...

Recuerdo que para mis quince años, mi mamá instada por una señora (Madeline), a la cual los sábados iba a su casa a limpiar y ganarme el dinero de la semana para las meriendas de la escuela y comprarme algo de ropa, queria celebrar mis quince primaveras y la menor de sus hijas le dijo, que el dinero que gastaría en tal celebración, lo utilizara para arreglar el baño de la casa.
Imaginense! 
Tenía una amiga, que solemos decirnos recíprocamente, Minguiiii! Que llegaba a la casa en el preciso momento que la hija menor de mi madre manifestaba lo del baño y yo me encontraba llorando. Mejor amiga al fin, reaccionó ofendida y airada, al verme llorar, salió a mi defensa; sin capa ni espada, más bien como gallina cuando intentan dañar a uno de sus pollos. Su coraje y valentía logró que mi madre, relizara la actividad, sencilla; pero muy linda dentro de su capacidad económica.
Esto es solo un bocadillo, de las situaciones que tuve que lidiar con los hijos de MIS PADRES!
Veintiún años después de ese suceso, mi mamá muere (2006). Fué un año difícil para mí. Un año de fuertes pérdidas, las necesarias para mantener un equilibrio emocional y económico. Todos exigían de mí, lo que ellos según sus preceptos entendían que era por obligación, más que por convicción, cual tenía que ser mi respuesta. Hubo amistades que me sorprendieron sus recriminaciones e imposiciones, pués a pesar de que estaban al tanto de las fuertes situaciones que lidiaba se unieron al reclamo social, restando importancia a mi estado emocional. Amigas que me decían lo que me correspondía hacer, pero muy lejos estuvo la pregunta de Cómo te sientes? Poco importaba si era lo que yo QUERIA hacer, si era lo que yo SENTIA hacer o si me SENTIA PREPARADA para hacerlo.
Siempre me he sido fuerte de carácter a la hora de imponer mis deseos {menos mal, de lo contrario ya sería paciente mental; ya saben como es la sociedad}, pués al final de todo es mi vida. Así que hice lo que salió de mi corazón, lo que dentro del torbellino que experimentaba, me daba Paz. Nunca he vivido para satisfacer las expectativas de la sociedad, amigos y/o familiares; sino para sentirme bien conmigo misma.
Siempre pensé que cuando perdiera a mis padres me devastaria. Pero contrario a lo que esperaba, al día siguiente de la muerte de mi madre tenía Paz y Tranquilidad. No sé porque, llamenlo mécanismo de defensa si quieren; pero sentía la seguridad de que ella donde estaba era feliz, pués se había librado de lo que le toco por hijos "verdaderos". Sabía que era feliz y libre. Tuve la sensación de que en el susurro del viento me lo decía.
Estuve presente en el momento de su deceso. Hubo una persona que me dijo "cuando mami se muera no te voy a decir". Yo me quedé callada en ese entonces, pués no había mucho que pudiera hacer, ya que vivía a dos pueblos de distancia.
Pero tal parece que Dios escuchó sus palabras, sintió la maldad con la que las dijo y decidió un destino distinto; pués mami  murió en Sala de Emergencias mientras intentaban entubarla, cosa que no quería y que resistió. Me le acerqué a su oido para hablarle y decirle que yo estaba  su lado, mientras movía la cabeza bruscamente para no ser entubada. Le susurré:
 "MAMI SOY YO, TATA!"
Se tranquilizó, aunque no permitió entubación, le dije al doctor ella no quiere. Cuando puse mis manos sobre sus mejillas, sentí una rara sensación que en palabras no puedo, no sé explicar. Solo le dije al médico, "la siento rara, él me pidió que esperara en sala. Cuando cruce la puerta de sálida de emergencias, sentí su despedida; en ese preciso instante ella cruzó el umbral...
Me quedé callada, no le dije a nadie, hasta que el médico de turno reveló nuestro secreto.
MAMI, había fallecido...
Mis  hijos lo sintieron tanto pués habían sido criados por ella. A los tres los recibió desde semanas de nacidos, era ella quién me los cuidaba, educaba y llevaba a la escuela; hasta que los alejaron de ella de forma bruzca. Desde ese momento empezó a morir día a día, pero de tristeza. Su motor, su energía eran mis hijos y "eso todo el pueblo lo sabe". Aquella persona que dijo que no me diría nada fué presisamente, la gran ausente el día de su partida, pués nadie le dijo nada!
El día de su entierro fué uno de esos días mágicos.
El sol brillante, cielo azul claro, totalmente despejado, con una brisa constante y temperatura agradable. Recuerdo que me encontraba en el pasillo de mi casa, al final del mismo no había escalera y daba a la parte posterior de la casa. Con los ojos cerrados, recuerdo sentía el viento tropezar con mi cara, sentía cada hebra de mi cabello moverse independiente una de la otra, entralazandose con el viento...
... sentía tu prescencia madre mía!   

Levy/
 
 
Temprano en la mañana noticia de una importante y triste pérdida.
Mi Papá Falleció...
Con ella cierro muchos circulos importantes en mi vida.
No tengo apegos emocionales ni materiales, tal vez porque nunca senti como mía una familia, y mi sentir siempre ha estado en contaste con lo que esperan los demás de mí.
Sí...
 ...me siento triste y quisiera llorar; pero al menos por ahora no puedo.
No veré más a quién no veía en mucho tiempo y no veré más a quienes hace mucho tiempo quería dejar de ver .... ufff!
No quiero pésame, en realidad: no les afecta.
No quiero que me llamen, no quiero que me pregunten de que murió, esto no es un evento noticioso.
Sólo quiero que me dejen tranquila, sola para poder procesar este evento y pasar mi duelo. 
Quienes no estaban a mi lado ... please, no salgan corriendo dis que pa' estar a mi lado en estos momentos...
...en verdad, en verdad, en verdad..... 
No lo necesito.
MOOD: AISLADA.

No iré, a donde todos esperan que vaya, no es de la carne de quién me quiero despedir; sino del alma y no necesito tener que soportar toda una manada de gente que en realidad no sirven para hacerlo.
Ahí les deje la última oportunidad para que me critiquen y una vez más les dejo saber que los asuntos concernientes a MI VIDA Y MIS EMOCIONES, los trabajo en la manera que menos me afecten a mí y no de la manera que más les satisfaga a ustedes!
Cuando me toque a mí mi partida, recuerden siempre: 
                 QUE YO SIEMPRE VIVI A MI MANERA......

                                                  Levy

Despertar temprano en la mañana, salir de tu hogar hacia la Universidad, encontrar a una de tus vecinas sentada en su balcón llorando y que te diga "mi esposo se murió". Esa noticia deja a cualquiera sin palabras; o al menos así quedé Yo esta mañana. Solo pude quedarme mirandola a los ojos, con unas ganas inmensas de abrazarla; pero las rejas que la resguardaban y el perro que ladraba ferozmente me lo impidieron. Su esposo era un señor de tez oscura, alto, relativamente joven, muy respetuoso, llevaban poco tiempo de mudados en el barrio, pero se ganaron el respeto y simpatía de todos en la calle. Mi vecina, que por cierto aún no conozco su nombre, sencillamente estaba debastada. Cuando por fin pude reaccionar solo le pude decir: "Dios fortalezca tu alma y te dé el consuelo que necesita".
Pasa que se me hace tan embarazoso manejar los duelos de terceros por la impotencia que experimento. Y me perdonen los aplicables; pero odio la trillada expresión (te acompaño en los sentimientos). Gente por favor...
Esa expresión suena tan insensible, hipócrita y falsa (en mi opinión). Como acompañar a alguien en sus sentimientos, si no sabemos la intensidad de su dolor. Quizás podríamos imaginar. Quizás por alguna pérdida experimentada, pero dolor jamás será igual al de otro ser humano; podremos ser empáticos con el sentimiento de pérdida, jamás decir que sabemos lo que se siente y más aún utilizando una expresión tan común, tan pueblerina.
A los que me conocen, ni se les ocurra........
Levy/




No hay comentarios:

Publicar un comentario