El chango como pájaro nacional
Por Magali García Ramis
A pesar de
que dicen por ahí que el pájaro mas común de Puerto Rico es el
"averiguao", este país, cuyos ciudadanos han logrado ponerse de
acuerdo al menos en la selección de algunos símbolos nacionales, no tiene
todavía un ave nacional que verdaderamente le represente.
Hay quienes
quisieran que la cotorra fuera el ave nacional, a pesar de que está a punto de
extinguirse, lo cual se puede interpretar de mil maneras. Hay quienes piensan
que debe ser el pitirre el pájaro nacional, pues ven en él un símbolo aguerrido
del puertorriqueño, y recitan convencidos: "a cada guaraguao le llega su
pitirre".
Un grupo más
idealista y pacifista desearía que la reinita, tan trabajadora, pequeña y
delicada, nos representara internacionalmente. Y también hay seguidores del
zumbadorcito de Puerto Rico, del músaro y hasta del falcón de sierra.
Lo
importante de esta selección radica en el hecho de que es muy probable que el
pájaro que una nación escoja para que le represente, pueda, en efecto, ayudar a
dar cohesión a una identidad nacional; ser reflejo de lo que es,
colectivamente, un país.
Bien sabido
es, por ejemplo, que cuando Estados Unidos era sólo una joven república en
proceso de escoger sus símbolos, el más sabio de los habitantes de las trece
ex-colonias, Benjamín Franklin, propuso que ese país escogiera como ave
nacional el pavo salvaje, oriundo de aquellos lares, para entonces muy
abundante, pájaro de elegante plumaje y, probablemente, muy muy sabroso. Pero Franklin
fue derrotado. Los norteamericanos escogieron, orgullosos, al águila calva:
cazadora, carnívora, poderosa. Escogieron bien. La verdad es que un pavo
salvaje espatarrado no tendría el cache que tiene el águila que, en igual
posición, y con mazo de flechas en una patita y un ramo ¿de olivo? en la otra,
ocupa, ostentosa, el centro del escudo nacional de los Estados Unidos.
Los
puertorriqueños estamos a tiempo de no equivocarnos como Ben Franklin; podemos
aún escoger un ave que represente, por su porte, su imagen, sus hábitos y
costumbres, todo lo que somos como grupo.
Ya tenemos
algunos emblemas: La Borinqueña como himno nacional; como flor nacional, la
flor de Maga; y como batracio nacional, el coquí. Junto a símbolos tan
sublimes, sometemos hoy, ante la consideración del pueblo puertorriqueño, una
propuesta oficial para que el chango (mozambique de Puerto Rico, pichón prieto,
Quiscalus niger brachypterus, Puerto Rico Grackle) sea declarado Pájaro
Nacional de Puerto Rico y enumeramos las razones de peso que nos motivan:
- Es un pájaro sumamente
sociable, es decir, le gusta el bembé. Vive en bandadas y duerme en los
árboles, muchas veces hasta en los pueblos. Según el libro de Virgilio
Biaggi, Las aves de Puerto Rico, un médico asegura que en octubre de 1924
cerca de 3,000 acudían de noche a pasarla bien en un palmar de Mayagüez.
Es obvio que son los antecesores de los festivales playeros. También es
testigo ocular de esta propensión a la algarabía de los changos el
periodista Pirulo Hernández, quien asegura que a los árboles de la plaza
del pueblo de Naranjito (que ya se le adelanto al país al declarar al
chango pájaro representativo de ese municipio) llegaban a dormir cientos
de estas aves, sin invitación alguna, causando gran revuelo en la
población.
- Al igual que al puertorriqueño
le gusta la música y se transforma cuando canta y toca, el chango cuando
canta "eriza las plumas del lomo, abre el rabo y deja caer las
alas", dice Biaggi.
- Es el verdadero ave-riguao. Se
mete en todos sitios, es sato y presentao, y pide comida al primero que ve
pasar, así como ahora, todos en este país piden pesetas, cigarrillos y
basta dólares a quienes pasen por el lado.
- Sobrevive y se adapta, al igual
que nosotros, a la invasión de comida grasosa de las llamadas franquicias
de comida fastfood (en inglés) o "fafú" (en puertorriqueño) y se
pasa las papitas y el apple pie como si nada.
- No tiene el más mínimo sentido
de proporción ni de medida; es sumamente activo, viaja por todas partes,
se reproduce sin pensar en las consecuencias, cuida mucho a sus críos, es
bullanguero y a la menor provocación se le sale el solar. Si todas estas
razones no le hacen simbólico de nosotros, consideremos una última:
- Es un pájaro antillano. Aunque
el mozambique de Puerto Rico es autóctono de Borinquen y la Isla Nena,
otras razas de esta especie habitan en las otras Antillas Mayores. Tal
como nosotros, está hermanado al conglomerado del Caribe. ¿Quién mejor que
el chango entonces para que represente como somos los puertorriqueños en
las postrimerías del siglo XX?
Es
apremiante, pues, que se otorgue ya ese título al chango. El Senado (o el Club
de Decoradores de Interiores o la Asociación Pro Plumas en Todos los Hogares, o
quien sea que tiene el poder de declarar tal cosa) deberá darse prisa. Así
podremos seguir con la selección de otros emblemas nacionales que aún faltan
por escoger, el pescao nacional, el plato nacional, la alimaña nacional (y por
favor, no envíen sugerencias para este símbolo), el sahumerio nacional…
En su ensayo, la Prof. Magali García Ramis; expone más de una razón por la cual ella
considera que el chango (Mozambique de
Puerto Rio), debe ser declarado como Pájaro Nacional
de Puerto Rico. Haciendo alusión a sus enumeradas “razones de peso”, expreso a continuación mi desacuerdo.
En primer lugar, se describe el chango como “pájaro
sumamente sociable” con un tono despectivo en mi opinión al describir que “llegan
sin invitación alguna”. Que es el verdadero “ave-riguao”. Se mete a todos
sitios, es sato,” presentao”, pide comida y se reproduce sin pensar en las
consecuencias, etc.
Siempre he pensado que los puertorriqueños, somos patrocinadores de una cultura
irresponsable y ya sea por la globalización o la política, vamos en detrimento.
Pero si de vender la imagen de Mi Patria al mundo se refiere; las “cualidades” del
Chango Mozambique, son las que menos que quiero resaltar. Ante el mundo, Mi Isla,
ES LA ISLA DEL ENCANTO! İ La ISLA CON HERMOSOS BOSQUES Y ENVIDIABLES PLAYAS! İEL PARAISO
TROPICAL! Su gente sigue haciéndole
honor a la figura del cordero con su humildad y servicialismo.
Partiendo de la premisa, de lo que significa Nacional tenemos que tener
en cuenta que el ave que escojamos nos representará como pueblo y esa será la
portada ante el extranjero, es el resúmen que le mostraremos al mundo de lo que
es un nacido en PUERTO RICO. Magali, describe y al mismo tiempo hace una
comparación irónica de lo que somos como ente.
No niego que las actitudes expresadas en el ensayo coinciden con
nuestras actitudes en varios aspectos; pero de comparación no se trata.
Isabel Levy.
El descubrimiento de la singular ave nacional de Puerto Rico
Si visita Puerto Rico, quizás, repare en una pequeña ave, que
tiene dos líneas blancas que cruzan su rostro y anda por dondequiera. Es la
Reina mora (Spindalis portoricensis), el ave nacional de Puerto Rico. Se
encuentra en toda la isla y desempeña una función esencial en la diseminación
de las semillas y la reproducción de las plantas. De este modo, es una parte
esencial del ecosistema de Puerto Rico; en este país, toda clase de amantes de
la naturaleza aprecian esta ave.
El Spindalis portoricensis pertenece a la especie de las
tanagras y es endémica de Puerto Rico. Se lo puede identificar con facilidad,
debido a las dos líneas blancas que cruzan la parte posterior de su cabeza. Una
se encuentra por debajo del ojo, y otra, por encima de él. Los machos tienen
colores más vivos que los de las hembras, ya que su cuello y pecho son de color
anaranjado brillante, y las puntas de sus alas, que pueden ser grises o negras,
tienen pequeñas líneas blancas. La hembra es menos colorida; su color es verde
oliva opaco y apenas pueden verse las líneas blancas que están en las puntas de
sus alas. Los machos son ligeros, pero más grandes que las hembras. En un
macho, la envergadura promedio (de las alas) es 85 milímetros. El Spindalis
portoricensis se alimenta, principalmente, de frutos y disfruta de la variedad
que ofrece la isla. Sin embargo, también se alimenta de insectos y lagartijas,
cuando tiene la oportunidad de hacerlo. El ambiente natural de la Reina mora sufrió
los efectos de la acción del hombre y, en la actualidad, muchas veces se los
encuentra en plantaciones en lugar de la Reserva natural de El Yunque. También
suelen frecuentar jardines y se los puede atraer con azúcar para que se
acerquen a las casas. De hecho, quizás el único lugar en el que no pueda
encontrar esta pequeña ave sea a una altura superior a los 1000 metros sobre el
nivel del mar.
El Spindalis portoricensis también cuenta con una manera
genial de defender sus polluelos o huevos. Con frecuencia estas aves anidan
cerca de otras iguales. Esto les permite amedrentar a los depredadores con el
fin de disuadirlos de atacar sus nidos. Incluso intentarán amedrentar a
serpientes, como la boa puertorriqueña, con el fin de proteger sus nidos. El
éxito o el fracaso de este comportamiento dependerá, en gran medida, del
depredador y la ferocidad de sus ataques. Por eso, la próxima vez que visite la
isla o cualquiera de sus bellos destinos, tenga sus ojos bien abiertos para no
perderse a esta ave, pequeña y fascinante. Sin duda, nombrar al Spindalis
portoricensis ave nacional de Puerto Rico fue una excelente selección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario