DEMENTORES

DEMENTORES

 
Dementores, que se alimentan de cada respiración corta, de cada llanto con sollozos y angustias (verdadero dolor… profundo; de esos que cuando logras recuperar un poco de liento, te duele el alma, te inca el pecho). Dementores que al darnos la espalda, sonríen, como serpiente cascabel animada, que al sonreir demuestra el ¡salivar de su boca! Dementores, que no hablan de su vil vida, pero a todos le comentan de tu sufrimiento, de tu alma herida. Que disfrazan tal indiscreción  de preocupación, e impotencia. . .

Sabrás de ellos, los podrás identificar. . .

¿Cómo?

Cuando estés superando la crisis.

Cuando pases el límite, en donde ya no hay retorno, ni lugar para la depresión, la angustia y el dolor.

Cuando hayas marcado el límite a la derrota.

Cuando te hayas cansado ya de lamerte y llorar.

Sabrás de ellos; porque cuando comienzan a ver los destellos de luz, de esperanza brotar de tus ojos, cuando comienzan a sentir la vibración de tu espíritu de GUERRERO, se alejaran, te dirán que bueno, ya estas mejor, no he venido porque tengo mucho trabajo, no he podido, no me alcanza el tiempo…

Son esos que te dicen: no te he llamado porque sé que estas bien, sabes que siempre puedes contar conmigo cuando tu mundo este de cabeza.  
                          Es ahí, 
que como vampiros en la noche vendrán a ti, a distancia olerán tu dolor y dejaran todo sus compromisos, para beber tu sangre, o peor aún para como DEMENTORES. . . intentar robarte el alma.

Levy