domingo, 7 de junio de 2015

Cuando descubres para qué estás hecho, experimentas

 sentimientos de satisfacción, gozo y disfrute por la vida. Por

 cada día de tu existencia, por tu respirar.

Cuando descubres para qué estás hecho, y no estás listo aún

 (según los protocolos sociales, " bendita sociedad"),; le pides

 tiempo a la vida e imploras vida en salud a la Gracia Divina.

Y digo según los protocolos sociales...

porque desde que nacemos, ya nuestro destino está trazado y

 nos corresponde a nosotros, durante el desarrollo llegar a él.


Durante el recorrido surgirán las equivocaciones , las cuales

 nos darán las experiencias. Frustraciones y dolor, lo cual nos

proveerá de discernimiento. Interacciones que de una

 manera u otra fortalecerán nuestra alma y nos llevarán a

 crear posturas, preceptos de acuerdo a nuestras experiencias

 y de acuerdo a todo ello construiremos nuestra fe. Porque el

 ser humano, desde su naturaleza, necesita creer para ser...
No importa en que tiempo de tu vida descubriste o llegaste a

tu esencia.
Recuerda:

¡Todo está escrito en el Libro de tu vida!

En el tiempo que te descubriste, era el tiempo en que tenía

que ser.
Si lo dudas, cuestionate:


¿Por qué te alcanzó la vida para descubrirlo?

Y si aún tienes vida y salud, no habrá de ser por otra cosa,

 que no sea, para que materialices (de acuerdo a tu sociedad)

 para lo cual fuiste creado y le sirvas.

Para los mortales a todo esto se le llama SUEÑOS...

¡Es Verano mi gente! Sol, Arena, Playa, sintamos nuestra

 respiración.
Levy/

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