El planeta hace tanto ruido... está gritando y no somos capaces de escucharlo. Cada quién,
a su vez se desplaza con su tumulto emocional y ni siquiera somos capaces, de
escucharnos a nosotros mismos. Por eso no nos entendemos unos a otros. Por eso no
entendemos al mundo.
Luego surgen los porqués y exclamamos colectivamente que las cosas están malas. No mi
gente, las cosas no están malas, nosotros vagamos perdidos sin vista, ni audición; carentes
del sentido común, valores y justicia.
No podemos instuir que los "desastres naturales", es lo único que le queda al planeta para
comunicarse...
¡Hagamos silencio, observemos.... el planeta quiere ser escuchado!
Levy/
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