Gente que se lava la boca con la palabra sinceridad, se auto proclaman sinceros, acusan a una multitud de ser hipócritas y a otros tantos de carecer de valentía y cuando hurgas en el zafacón de su interior... descubres la podredumbre de su doble vida.
La sinceridad en su persona, se fue de vacaciones con los valores. Entonces, entiendes que el tanto gritar la palabra hipócrita, no era más que un reflejo de su propia personalidad, la cual pretende negar; transfiriéndola.
... Y te das cuenta, que viven sus días resaltando pecados ajenos, para enterrar el cementerio de pecados que llevan consigo... en un intento de tener la Paz, que con su acostumbrada actitud, nunca tendrán.
No se trata de poner el dedo, sobre la llaga del leproso.
Se trata de:
1. no hacer un escándalo por la falta de sinceridad de otros cuando en primera persona no lo eres.
2. no acusar a terceros de ser hipócritas, cuando se lleva una máscara, a donde quiera que vas.
3. no acusar de falta de valentía, a los que a sabiendas, siempre han sido más valiente de lo que has sido en tu vida y que jamás serás. Porque con algo de valentía, se reconocen los errores y se enfrentan., jamás se ocultan inventando historias a medias, en un intento de ser víctima.
Levy/
No hay comentarios:
Publicar un comentario