lunes, 15 de diciembre de 2014

Sabiduria de un Guerrero

Felipe Aponte Aponte, solía pasar sus días seniles, sentado por horas, en una silla del balcón de su casa. 
Su mirada se perdía al horizonte… pensado y reflexionando sobre sus días de jovialidad.

Una noche me dice:

“Mija, hay que perdonar en la vida”.

Esta alma errante y rebelde, le contestó en su ignorancia:

“Perdona tú si quieres. A mí si me la hacen, me la pagan”.

… Con el tiempo, la vida me enseñó, que perdonar no es una elección; es una necesidad.


Levy/
… Un día comprendí, que no se puede crecer con raíces de amargura, rencor y sed de justicia en el corazón.

Esas cosas, hacen más difícil eso de vivir cada día. Esas cosas drenan el alma.                   

Levy/ 

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